Jordi Magrinyà (Enverdim): “Sueño con una Barcelona que revierta la inercia contaminante, que cree un mundo natural”

jordi_natura.jpg

Desde hace dos años, Enverdim difunde un enérgico mensaje: todxs y cada unx de nosotrxs podemos convertirnos en la semilla que ayude a crear una ciudad más verde. Y es que, impulsada por Jordi Magrinyà, lingüista y comunicador de formación, esta iniciativa recupera semillas de las frutas y legumbres que comemos y que desecharíamos para promover la conservación del medio ambiente en el entorno urbano.

En esta entrevista, descubrimos de su mano la labor que ha realizado en Barcelona y alrededores, y exploramos las sinergias surgidas entre su proyecto y CitieS-Health.

--

Pregunta: Enverdim busca promover una ciudad más verde a través de las semillas que desperdiciamos, pero ¿cuál fue la semilla del proyecto y en qué consiste su día a día?

Jordi Magrinyà (JM): La semilla del proyecto, fue sin duda, la ilusión. La inmensa ilusión de lograr una ciudad con más verde, con verde por todos sus rincones. 

Yo había vivido más de una década en un país que tiene muchísima naturaleza, Eslovenia. Tanto es así, que está presente en todo momento, en todos sitios, incluso en sus ciudades. La naturaleza forma parte de la vida de las personas de forma inseparable, y eso se nota incluso en las conversaciones cotidianas. 

Al regresar a Barcelona rápidamente comencé a echar de menos esas emociones, ese vínculo, la biofilia. De este modo, me resultó fácil tomar conciencia del desastre natural que estamos creando a escala global. Y, entonces, sucedió la magia: un día las semillas se cruzaron en mi camino, y ya no nos hemos vuelto a separar. Y os lo aseguro: quien haga germinar un limonero de la semilla de un limón de su cocina, se enamora de la naturaleza como un adolescente.

P: ¿Cómo mejoraría la vida en la ciudad si de repente hubiera un millón de plantas más en nuestros balcones y terrazas?

JM: Si sucediera de la noche a la mañana, sería alucinante. ¿Te imaginas, levantarse mañana y que todos los balcones, las fachadas, las plazas, calles, estuvieran repletas de verde? Sería un shock, como una película. Mucha gente no reconocería Barcelona como una ciudad, porque sorprendentemente aún tenemos la idea de que una ciudad tiene que ser gris por definición. Sin embargo, la mejora en la calidad de vida, en la salud, en el bienestar, la ganancia en silencio, en paisajes sonoros propios de la naturaleza y la disminución del estrés y de las tensiones entre personas supondrían un logro de tal magnitud que nadie querría volver atrás. De hecho, la pregunta que nos haríamos sería: ¿a qué esperábamos?

P: En los últimos tiempos Enverdim está empezando a extender sus raíces a otros territorios. ¿Qué ciudades se han sumado a la iniciativa y qué están haciendo para generar urbes más sostenibles?

JM: En estos momentos alrededor de 20 poblaciones se han sumado a Enverdim. En concreto, se han involucrado personas que viven en estas poblaciones. Son personas a quienes les ha llegado este sueño ecológico por algún canal y han decidido llevarlo a las calles de donde viven. Y no sé expresar la ilusión que ello me genera. Hablamos de ciudades como Santa Coloma de Gramenet, Badalona, L’Hospitalet de Llobregat, Cornellà, Sabadell, Mollet, Terrassa, Vilanova, Vilafranca, Vilassar, Palamós, Sitges… Para mí es como un sueño. Y permíteme que destaque la aportación del alumnado de los centros educativos que se van sumando a la semilla de Enverdim... ¡es inestimable! Podría contar muchas historias emotivas de alumnos y semillas. Créeme: no somos conscientes de la suerte que tenemos de tener jóvenes así de motivados (¡y a sus profes!).

P: ¿Qué aspectos tienen en común dos proyectos como Enverdim y CitieS-Health y por qué es importante establecer sinergias de este tipo?

JM: Son varios aspectos los que tienen en común y, a mi entender, resultan de vital importancia (nunca mejor dicho). A ambos nos preocupa la contaminación y sus nefastos efectos sobre la salud y trabajamos con el objetivo de mejorar el bienestar de las personas que habitamos las ciudades.

Además, a nivel metodológico, más allá de servirnos de la ciencia, ambos partimos de la gente, del individuo, de la suma de individuos y de su aportación al bienestar colectivo. Creo que compartimos un valor común en cuanto a participación ciudadana: creemos en la persona. A veces mis amigos me etiquetan como humanista, y yo mismo lo afirmo. Y creo que CitieS-Health es un proyecto llevado por personas humanistas. 

P: Enverdim lideró la mesa ciudadana de diálogo sobre “Arte e intervenciones verdes” que surgió en la presentación de resultados de CitieS-Health. ¿Cuáles fueron las principales conclusiones recogidas en aquella sesión?

JM: Surgieron muchas ideas, tanto a nivel de actuación desde el individuo, como a nivel de comunidad y de administración. Hubo una aportación que resonó en mí de forma especial y que decía así: “fomentar los espacios verdes desde el cine y los medios de comunicación”. Me evocó las campañas de valores que se hacen desde series de televisión, por ejemplo, y me recordó el valor educativo que desearíamos de los medios de comunicación. Recuerdo, por ejemplo, cuando series de la televisión pública han hecho llegar a las casas de sus espectadores la cotidianidad de las personas con capacidades intelectuales limitadas, y cómo ello mejoraba la vida social de las familias de estas personas, que lograban sentirse más comprendidas en la sociedad. Y tantos otros temas desconocidos, tabús poco tratados, que los medios han logrado valorizar gracias a sus producciones. Creo que sería una buena forma de hacer llegar la necesidad de crear entornos más verdes a más gente.

P: Bajo tu opinión, ¿qué legado deja el proyecto CitieS-Health en la ciudad de Barcelona? ¿Cómo crees que Enverdim puede recoger y dar continuidad a este legado?  

JM: CitieS-Health nos dota con datos científicos que dan argumentos incontestables a la hora de promover las acciones necesarias en favor de nuestra salud. Ahora sabemos cómo influye la contaminación en nuestra salud mental y tenemos datos de que existe una correlación entre la contaminación y el nivel de estrés. Pero más allá de esto, CitieS-Health deja el legado de la ciencia ciudadana. Cada uno de nosotros puede hacer ciencia, puede contribuir con su aportación a generar conocimiento en favor del bienestar. Para mí, esto es fundamental: que toda persona se sienta empoderada y llamada a la participación. Es el legado de la creación de un mundo mejor desde uno mismo, y en colaboración con las demás personas.

P: ¿Cómo de verde será la ciudad de Barcelona de aquí a diez años?

JM: Me gustaría decir que será mejor, más “vivible”. Me la sé imaginar así, y me encanta. Sin embargo, creo que en estos momentos hay, por un lado, una tendencia y, por el otro, una inercia que dibujan escenarios de futuro completamente opuestos. 

La tendencia es la de la “renaturalización”, la del desarrollo sostenible. Se trata de un rechazo a una forma de vida contaminante, en pos de ciudades ruralizadas, es decir verdes, con relaciones de cercanía y proximidad (como se está haciendo en Barcelona). Esta tendencia cuenta con cada vez más personas y administraciones que trabajan para un futuro armónico. 

En paralelo está la inercia, que es la que nos ha llevado hasta aquí, alimentada por los de siempre: contaminación insostenible, continentes de plástico, sexta extinción masiva, más virus al acecho, migraciones forzadas, desastres sociales debidos a un desarrollo aniquilador. Como dicen los científicos, esta inercia nos empuja a un mundo realmente feo dentro de diez años y, pasado aún más tiempo, va a ser apocalíptico para la humanidad y miles de otras especies.

Yo sueño en el primer escenario: el de una Barcelona contribuyendo a revertir esta inercia, una ciudadanía creando un mundo natural. Y hace dos años dejé de simplemente soñarlo y me arremangué para hacerlo realidad. Y, te digo una cosa, toda la gente con la que me cruzo por el camino y que trabaja para hacerlo realidad me da esperanza. Somos muchas personas, cada vez más, y aún estamos a tiempo.

Anterior
Anterior

Co-creación de un estudio de epidemiología ambiental sobre la contaminación del aire y los riesgos para la salud en Barcelona

Siguiente
Siguiente

¡Descubre el perfil de participación!